Durante la misa en un pueblo entra una chiquilina bastante desarrollada y con exagerada minifalda, pero lo hace con tan mala suerte que tropieza y cae. El sacerdote grita desde el púlpito a los feligreses: -¡No miren! ¡Pecado! ¡No miren o se quedarán ciegos! Desde atrás se escucha una voz... -Si usted no se opone, padre, voy a sacrificar un ojo... | |
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